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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Marc Jacobs. El mago

Entrevista exclusiva. El prestigioso diseñador norteamericano y director creativo de Louis Vuitton cuenta los detalles de la última colección primavera-verano 2011, una propuesta donde el glamour, el arte oriental y Susan Sontag son los protagonistas.


Arriba de la pasarela de la semana de la moda de París, todas las estrellas que Marc Jacobs lleva tatuadas en su piel no se ven. Están ocultas debajo de esa camisa de satén negra y de toda la purpurina que la modelo Kristen McMenamy le dejó pegada al abrazarlo con fuerza, tras el éxito en la presentación de la última colección de Louis Vuitton, en la capital francesa. No hace falta que Jacobs –director artístico de la prestigiosa casa francesa desde 1995– se desnude otra vez (la última vez que lo hizo fue para hacer la gráfica de Bang!, su último perfume para hombres) para darse cuenta de que tiene estrella. Una con brillo y creatividad inagotables.
Y justamente brillo y creatividad fue lo que se vio en su última creación, considerada por los expertos como una de las más impactantes para la próxima temporada. “La colección de invierno fue bastante seria, pero ésta es puro brillo, color, glamour y luces”, adelanta el diseñador, nacido en Nueva York el 9 de abril de 1963 y egresado de la Parsons School de N.Y. Satenes, telas con lúrex, perlas de vidrio y muchas lentejuelas son protagonistas de esta nueva propuesta con fuerte sello oriental. Diseñadores como Kenzo y estilos artísticos como el chinoiserie y el japonismo tienen una presencia muy fuerte, tanto en las prendas como en los accesorios de esta colección primavera-verano 2011.
“Intenté pensar en los tiempos en que París abrazaba a los diseñadores asiáticos, como Kenzo; o de mi primer trabajo con Kansai Yamamoto (N. de la R.: el japonés Yamamoto es uno de los diseñadores que lidera el fashion oriental contemporáneo). En ese tiempo, Yamamoto estaba creando diseños en lúrex con animales trepando y combinaciones de colores fuertes, casi vulgares. Japón es importante para Louis Vuitton, ya que fue la inspiración para las flores de nuestro monograma. Es por eso que incluí prendas con cuello mandarín y costados abotonados, creando referencias al cheongsam. Además de otras referencias chinoiserie de muebles y elementos de la vida diaria, mezclé mucho de art nouveau y art déco”, cuenta Jacobs quien –además de trabajar para LV- tiene su marca propia: boutiques en todo el mundo que venden sus prendas, zapatos, bolsos, perfumes, relojes y hasta su reciente línea de ropa para chicos.
Este año, el nombre de este reconocido diseñador de 47 años figura en la lista de las personas más influyentes del mundo, hecha por la revista Times. Jacobs ha sido siempre polémico: una de sus primeras líneas, una propuesta grunge, le costó el puesto en Perry Ellis, donde trabajaba con Donna Karan. Pero también es uno de los más amados y premiados: entre la larga lista de reconocimientos está el Perry Ellis Award for New Fashion Talent que recibió en 1987 del prestigioso Consejo Americano de Diseñadores de Moda (CFDA); la misma institución que en 1992 lo galardonó con el Women’s Designer of the Year Award.
Decís que hay mucha influencia oriental. Sin embargo, una modelo con una franja blanca en la cabeza abrió el desfile. La colección parecía recordar los ‘60 y los ‘70. ¡Sí! ¡La modelo intentaba ser una Susan Sontag punk! Es que para hacer esta colección me inspiré en ‘Notes on Camp’, el ensayo de Sontag. Ese texto, que fue publicado a mediados de los ‘60, inspiró a toda una generación. Toda la música, todo el arte, las referencias al art déco y al art nouveau, el estilo chinoiserie, las cuentas, los flecos e incluso la música estaban enumerados en el ensayo. Sontag nombra a Johann Sebastian Bach, y en el show, la música fue tocada por Walter Carlos, quien se convirtió en Wendy Carlos. La pasarela estuvo inspirada en la casa que el diseñador pionero Walter Albini tenía en Venecia en los años ‘70. Me encantaba la idea de un largo corredor de mármol setentoso, una entrada de mármol, espejos ahumados y una cortina de cuentas. Todo esto, con motivos de tigres y animales embalsamados, creó un ambiente ideal para esta colección, que es básicamente puro glamour.
Entonces, ¿cuál es el espíritu de esta colección? No es natural. Es camp (N. de la R.: se trata de una estética cuyo atractivo radica en su valor irónico o en un cierto mal gusto). El gusto es algo subjetivo. No creo que exista algo como el buen o el mal gusto. En vez de hablar de ‘gusto’, prefiero hablar de la naturaleza y la manera en que la gente la estiliza. Entonces, para mí, esta colección es súper estilizada y artificial. Toma algo real, algo natural que existe, y lo estiliza. Tiene un aire kitsch, que uno puede ver tanto en la moda como en los muebles. Incluso los tacos de los zapatos son una referencia a las garras que uno ve en las patas de muebles, y las prendas recuerdan aspectos chinos y japoneses, de tigres y más. Pero en esta colección también quise celebrar el glamour y el brillo de París, su espíritu decorativo y sus luces. París es como una torta glaseada, no es natural. Vivo enfrente de la Torre Eiffel, que cada noche se enciende y brilla. Cada vez que la veo me pregunto cómo puede ser que me fascine algo tan artificial, ¡pero me encanta! Me encanta la luz, el brillo, el glamour de París de noche. Ese es el efecto que tienen en mí las telas con lentejuelas, el satén, las cuentas y los cristales.
Animales y mucha naturaleza también tienen un lugar central en esta propuesta 2011. La naturaleza está muy presente, pero manera estilizada, con colores cambiados, exagerados. También incluimos cebras, jirafas y tigres, e incluso el panda de mi amigo artista Rob Pruitt: ese animal es el símbolo del Fondo Mundial para la Naturaleza y lo veo cada vez que viajo. Usamos una paleta de colores tropicales contra fondos oscuros. Hay combinaciones fuertes de colores, combinaciones muy calientes. Hay, también, colores ricos y saturados como bronce, con ladrillo y negro, y azul eléctrico con turquesa, verde azulado y azul canard. Es todo muy sexy, caliente, oscuro y decadente.
Para Vuitton, las carteras y las valijas son un ítem fundamental. ¿Cuáles fueron tus ideas para esta colección? En general, nos inclinamos por formas pequeñas con muchas técnicas diferentes. Les hicimos incrustaciones de galuchat (piel de mantarraya) y aplicaciones de piel de avestruz. La gamuza se combinó con el cuero, con cadenas envueltas alrededor de la maleta. Usamos cuero patentado en tiras de colores y hubo minaudières, carteras muy chiquitas, con incrustaciones de cristal.
Este año los zapatos tienen gran protagonismo… ¿qué novedades propuso LV? Algunos de los zapatos tenían los pies de una jirafa, de un tigre, de una cebra. Muchas de las incrustaciones recuerdan a los muebles importados chinos. En Louis Vuitton trabajamos con un gran equipo y con la mejor mano de obra, la mejor calidad. Tenemos los materiales más hermosos para trabajar.
Tus alianzas con artistas como Stephen Sprouse o Takashi Murakami, son parte del sello Jacobs a la hora de revivir LV. La temporada pasada convocaste a Scott Campbell, uno de los más reconocidos del mundo del tatuaje para decorar bolsos masculinos. Esta vez convocaste a Pat McGrath para el body painting que cerró el show... Hace mucho tiempo que quería trabajar con Pat, es una gran artista y una amiga muy especial. Está considerada la make-up artist de mayor influencia en el mundo... y vino a París sólo para hacer esto para mí. Pat hizo una camiseta brillante estilo-cebra pintada sobre el cuerpo de Kristen Mc- Menamy. Y ¡Kristen estuvo encantada de hacerlo!
¿Qué tipo de mujer usará esta colección? ¡La mujer Louis Vuitton! Se trata de una mujer a la que le gusta el lujo y quiere verse glamorosa todo el tiempo. Quiere que la miren, quiere viajar bien. Quiere ropa que responda a su espíritu. Ama el brillo. Louis Vuitton no es para mujeres tímidas: es para aquellas que quieren mostrarse, que quieren destacarse y que quieren que reconozcan su bolso o su valija. Querer mostrar el logo de LV habla de una mujer fuerte. En esta colección le di todo esto a esa mujer. Todo el mundo parece querer dirigirse a la persona que, según ellos, es la mujer moderna. Yo prefiero ser camp y decadente, brillante y escandaloso. Es mucho más emocionante que la ropa aburrida.


Fuente: Revista Para Ti

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