
El jean había sido inventado décadas antes por la compañía creada por Levis Strauss, un inmigrante que llegó a los Estados Unidos a fin del siglo XIX y luego se instaló en la costa oeste, mas precisamente, en la ciudad de San Francisco, y comenzó a fabricar overalls de denim.
Recién durante la década de los veinte del siglo pasado, a la empresa se le ocurrió la idea de convertirlos en pantalones, pensando en los trabajadores de la época -cowboys, mineros y ferroviarios, entre otros- que necesitaban una prenda que se ajustara a las necesidades de su rutina diaria. Tenia que ser una prenda fuerte y resistente, que soportara las vicisitudes del trabajo pesado.


En la década de los ochenta, Calvin Klein revolucionó la moda con una provocadora campaña, que hizo crecer su marca a paso agigantados, en la que Brooke Shields, de 16 años, confesaba desafiante: "Nada se interpone entre mis Calvins y yo". Y el jean fue un boom. Pero con los años, su popularidad comenzó a caer. Los jóvenes optaron por otro tipo de pantalones (kakis y militares, entre otros) o por preferir jean que se distinguieran del clásico modelos 501 inventado por Levi´s setenta años antes. Querían cortes, formas y colores nuevos, y dieron inicio a la moda de lo vintage, es decir, buscaban en una feria o mercado un pantalón que se distinguiese por su singularidad. A los largo de los noventa, cerraron en los Estados Unidos once fabricas que fabricaban jeans y los ejecutivos tuvieron que hacerse a la idea de que era momento de reinventarse.
El siglo XXI, volvió a encontrar al denim en las pasarelas de los mas grandes diseñadores: Dior, Gucci, Versace y Helmut Lang, entre muchos otros, que apostaron por él en sus colecciones y, en versión renovadas con cortes, apliques, lentejuelas y graffitis, volvieron a consagrarlo con precios que muchas veces rozaban lo estrambótico.
Levi´s y el resto de las marcas tradicionales optaron por alejarse del modelo clásico y lanzaron campañas que tenían como objetivo a los mas jóvenes (de 18 a 24 años). Hoy, a noventa años de su creación, no hay prenda mas popular que el jean. Pese a que sigue siendo un símbolo de la cultura Occidental, su uso se extiende por Oriente a pasos agigantados. Todo el mundo tiene un jean: sin distinción de raza, religión o clase social. ¿Qué diseñador podría resistirse a la ilusión de haber sido su creador?
Texto: Carolina Thibaud.
Fuente: Revista MT por Valeria Mazza.
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